Si no se acometen reformas en profundidad en la gestión y utilización del agua dulce, la escasez de este recurso imprescindible será un problema grave para la mayor parte de los futuros 9.000 millones de habitantes del planeta Tierra en el plazo de una o dos generaciones, advierten los científicos reunidos la semana pasada en la conferencia Agua en el Antropoceno, celebrada en Bonn, Alemania, que ha reunido a medio millar de especialistas de todo el mundo. El agua dulce es un recurso natural esencial para el que no existe sustituto, recuerdan los científicos, y el riesgo que afronta la humanidad es autoinfligido y completamente evitable.
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