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Los investigadores determinaron que los programas de control del tabaco reducen la demanda de cigarrillos.
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Los fumadores que no disminuyen el consumo de tabaco son menos productivos par las empresas.
Los estados de EE UU que dejan de invertir en programas antitabaco pueden estar perdiendo millones de dólares, según un estudio de investigadores norteamericanos. Si siguieran los consejos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) se podrían ahorrar entre 14 y 20 veces el gasto que suponen las campañas. El ahorro vendría por la reducción de gastos médicos y la menor pérdida de productividad de los trabajadores.
Los recortes económicos y la reducción de gastos provocados por la crisis han afectado a muchos sectores, entre los que se encuentra la lucha contra el tabaco. En Estados Unidos, la inversión en programas para controlar el consumo de tabaco ha disminuido desde 2002 pero, según un estudio que publica on line la revista Contemporary Economic Policy, esta reducción no va a suponer ningún ahorro a largo plazo.
Los resultados del trabajo muestran que se podrían ahorrar entre 14 y 20 veces los costos que supone implantar este tipo de programas, si los estados de Norteamérica siguieran las recomendaciones de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y aumentarán su inversión en iniciativas antitabaco. El pasado año el gasto destinado a reducir el consumo de cigarrillos fue un 17% inferior al que habían recomendado los expertos.
Los investigadores concluyen que se ahorraría más dinero “gracias a la reducción de los pagos, los gastos médicos y la menor pérdida de productividad de los trabajadores”. “De otra forma este tipo de gastos sólo aumentarían», afirma Sudip Chattopadhyay, co-autor del estudio y profesor de economía en la Universidad Estatal de San Francisco (EE UU).
Los investigadores determinaron que los programas de control del tabaco reducen la demanda de cigarrillos. Además, esta tendencia crece a largo plazo porque los fumadores no dejan el hábito inmediatamente, necesitan tiempo.
El estudio se ha basado en datos recogidos desde 1991 hasta 2007, periodo en el que los programas para controlar el tabaco se financiaban con impuestos y fondos recaudados gracias a un acuerdo entre 46 estados y las cuatro mayores compañías tabaqueras del país.
Durante la crisis económica, muchos estados han redistribuido los fondos para ese fin hacia otros proyectos. Chattopadhyay reconoce que el cambio en las prioridades de gasto fue una de sus motivaciones para examinar los beneficios y los costos detrás de los programas.
Por otro lado, algunos estados han subido los impuestos sobre los cigarrillos para aumentar los ingresos. Los investigadores también observaron que la diferencia interestatal en las tasas sobre el tabaco puede afectar al consumo.
Los fumadores que vivan en zonas con impuestos elevados podría sufrir más la tentación de comprar cigarrillos si comparten frontera con otro estado donde las tasas son inferiores, por ejemplo, ya que este valor pueden oscilar desde menos de 20 centavos por paquete hasta casi 5 dólares. (Fuente: SINC)
Cortesía de NCYT de Amazings (Noticiasdelaciencia.com).Partner de “Saber Más”. Noticias de salud y ciencia.
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