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Los métodos para dejar de fumar que contienen nicotina, favorecen a personas con metabolismo lento de la nicotina.
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Esta investigación es favorable para adaptar, a las personas los próximos tratamientos para dejar de fumar.
¿Usted se ha preguntado por qué a algunas personas les resulta mucho más fácil dejar de fumar que a otras?
Una nueva investigación muestra que en la vulnerabilidad a la adicción al tabaco intervienen nuestros genes.
Un estudio del Instituto y Hospital Neurológico de Montreal, dependiente de la Universidad McGill en Canadá, muestra que en las personas que tienen un metabolismo rápido de la nicotina (determinado genéticamente), el cerebro responde ante indicios que recuerden el hábito de fumar, como ver cigarrillos o gente fumando, mucho más intensamente que en las que tienen un metabolismo lento de la nicotina. En otras palabras, la velocidad del metabolismo de la nicotina afecta de forma significativa a la respuesta del cerebro a esas señales.
Investigaciones anteriores ya habían mostrado que una mayor reactividad ante indicios que recuerden el hábito de fumar predice un menor éxito al tratar de dejar de fumar, y que esas señales recordatorias del tabaco presentes en el entorno estimulan un mayor consumo de nicotina en animales y personas.
Este nuevo hallazgo, en una línea de investigación impulsada por el equipo del Dr. Alain Dagher, puede sentar las bases para que los programas encaminados a dejar de fumar sean adaptados al individuo de un modo mejor, basado en los genes del sujeto.
Investigaciones futuras podrían centrarse en mejorar los métodos para dejar de fumar, por la vía de adaptar los tratamientos a los diferentes tipos genéticos de fumadores. Una posible estrategia sería medir la velocidad del metabolismo de la nicotina como parte del proceso de toma de decisiones terapéuticas. Por ejemplo, dedicar una especial atención al riesgo de recaídas provocadas por señales presentes en el entorno puede que no le sirva de gran cosa a las personas que tienen un metabolismo lento de la nicotina, las cuales es más probable que se beneficien de fármacos colinérgicos de acción prolongada, como por ejemplo parches de nicotina, algo que concuerda con lo hallado en ensayos clínicos previos. Por el contrario, el uso de terapias que no utilizan la nicotina y que están encaminadas de modo más directo a reducir el deseo de fumar, puede ayudar a las personas de metabolismo rápido, como se demostró con el buproprion, un antidepresivo que ha sido usado en tratamientos para dejar de fumar.(Fuente: SINC)
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