Investigadores descubren el gen de la manía. Este gen es el SHANK3 y tiene un papel muy importante en la función cerebral. Resulta que su sobreexposición puede estar detrás del comportamiento maníaco en el trastorno bipolar y del trastorno por déficit de atención con hiperactividad.

Este gen se encarga de codificar una proteína que funciona en la sinapsis, que es el punto de comunicación entre nuestras neuronas. Sus mutaciones y deleciones, es decir, la pérdida de un fragmento de ADN de un cromosoma, están relacionadas con el autismo, la discapacidad intelectual e, incluso, la esquizofrenia. La Revista Nature ha publicado este estudio que revela que el aumento en la cantidad de SHANK3 puede ser perjudicial para la función neuronal.

El estudio realizado por investigadores de la Escuela de Medicina de Baylor en Estados Unidoss fue realizado con ratones. La conclusión a la que llegaron es que los roedores con sobreexposición de SHANK3 presentaban convulsiones y comportamientos maníacos como hiperactividad, hipersensibilidad a la anfetamina y ritmos circadianos anormales.

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