La naturaleza del verdadero amor es caprichosa, y sorprendente a veces. Viendo en los pasados días la web de un, se ve, nuevo dúo musical madrileño llamado The FreeLovers, se me plantearon algunas dudas y soluciones a cómo encontrar, tener y conservar el amor, el amor verdadero. Estos músicos hablan de un amor que denominan en inglés ‘freelove’ (libre, sin límites, generoso); un amor que queda rodeado en el sitio y en su grupo de Facebook de canciones románticas clásicas, sensuales y alguna de cuando el amor desfallece. Algunas veces nos podríamos preguntar: ¿Qué queremos realmente? ¿Qué nos hace feliz? ¿Necesitamos el compromiso? ¿Nos agobia o nos da tranquilidad sentirnos atados? ¿Cómo conservar el amor romántico del principio? ¿Tiene sentido hacerlo?
En primer lugar, debemos encontrar el amor. Y como dicen muchos psicólogos y sabios, la mejor manera es ser uno mismo y reflejar lo que realmente somos. Esa es la mejor manera de atraer a nuestro semejante o complementario, quien nos hará feliz. Suzanne Powell lo ha explicado muy bien en algunas intervenciones. Sólo siendo nosotros podemos conseguir conocer el verdadero amor y hacerlo durar.
Jorge Bucay dice que “el verdadero amor no es otra cosa que el deseo inevitable de ayudar al otro para que sea quien es”. Es cierto. Y es que para tener y conservar el amor es fundamental ser generoso. No pedir. Si no dar. De esa manera somos más felices y hacemos más feliz a esa persona especial que atraemos a nuestro lado.
La posesión, las ataduras y las ‘trampas’ para atrapar a la persona deseada supone más pronto o más tarde la aparición de problemas de pareja, el fin del amor o la infelicidad. La libertad es esencial. Libertad para elegir, libertad para amar en libertad. Yo creo que por ahí van las ideas, que parecen de primeras rompedoras, de estos Freelovers.
Y recuerdo una canción del cantautor Tonxtu que podría ir muy bien para concluir este artículo. Lo importante no es amar más, si no amar mejor. Realmente bella.
Jota Artero
Coach y periodista