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Un diario divertido e íntimo marcado por descubrimientos personales y aventuras rocambolescas.
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Ibáñez propone una introspección optimista sobre el amor, entre música, experiencias intensas y un nuevo romanticismo.
. es una novela que reflexiona sobre el amor verdadero y las relaciones de pareja actuales con un tratamiento novedoso y un nuevo romanticismo. En una historia llena de descubrimientos personales, anécdotas divertidas y alguna que otra locura. Sus primeros lectores destacan que es sorprendente, realista y hasta motivadora; y que, por ello, es muy fácil sentirse identificado o identificada.
Se trata de un libro sobre el amor que cuenta la historia de Luis, un treinteañero que después de un tiempo sin pareja, tras una ruptura, ve como su vida vuelve a dar un giro inesperado gracias a la aparición de algunas mujeres fascinantes que conoce a través de una página de contactos de internet. Una de ellas es Dominique, una chica más joven que él. Es encantadora, seductora y muy poco convencional… Pero hay un aspecto que tocará especialmente la fibra sensible de Luis: toca la guitarra y canta canciones románticas en francés…
Luis narra vivencias en su diario, íntimo y sincero, en el que la música es un personaje más ya que acompaña sentimientos y pensamientos a lo largo de cada una de sus pistas (como se denominan aquí a los capítulos asimilándolos con las canciones de un CD de música). Una colección que abarca canciones de los años 60 hasta hoy. Con artistas como Bunbury, Depeche Mode, Françoise Hardy, Tontxu, La casa azul, Presuntos implicados, Zaz, Elvis Presley, Vetusta Morla, Marc Parrot o Serge Gainsbourg, entre otros.
Con canciones de amor y sexo es una novela romántica, con otra visión y tratamiento distinto, no es “de género”. Más bien sería un libro optimista sobre el verdadero amor, una novela neorromántica, por sus planteamientos novedosos y su buscada apariencia de realidad. «A veces lo real o realista puede ser más excitante y sorprendente (y útil) que cualquier fantasía. ¿Por qué no indagar? ¿Por qué no descubrir?», comenta Ibáñez.
“Los hombres también nos emocionamos”
Ibáñez parece aportar con este libro un punto de vista un tanto diferente a la novela romántica y erótica, tan en auge actualmente por otro lado. En la historia no hay dominación del hombre sobre la mujer (ni en la cama ni fuera de ella). Tampoco se apoyan mitos machistas ni predominan algunos planteamientos míticos románticos estereotipados, que según expertos perjudican en la vida real nuestra percepción del amor, del sexo y de las relaciones de pareja sanas. Pero todo esto no implica que en la historia no haya fantasía, juegos, emociones y, desde luego, mucho amor.
Algunos han apuntado que debido a su realismo es fácil empatizar con los personajes, y esto ocurre hasta con personajes del sexo opuesto al lector. “Por un lado, creo que ocurre porque en el fondo hombres y mujeres somos igual de emocionales, con matices que nos diferencian. Por otro lado, hay quien dice que la novela es generacional, pero yo creo que la edad no es tan relevante. Aunque sí lo es el momento vital de la persona. Se puede perder la “virginidad” en la adolescencia, en la veintena, como treinteañero, en la crisis de los cuarenta o ya jubilado”, opina el autor.
Perder la “virginidad” es una metáfora sexual que está muy presente en el libro. La definición de la RAE de virginidad habla de pureza, de tierra que no ha sido arada o cultivada, o algo que está en su primera entereza y que no ha servido aún para aquello a lo que se destina… En este sentido Ibáñez explica que le “pareció sugerente asociar la idea de enfrentarse a lo nuevo, de descubrimiento personal, la incentivación de esferas de la personalidad que estaban casi ocultas, etc. con la “pérdida de la virginidad”; teniendo en cuenta además que el sexo es parte fundamental de la historia”. Pero “cada uno tendrá su concepto sobre lo que es la ‘virginidad’ para ellos”, remarca.
Otro aspecto destacable de la novela es que el protagonista principal, así como el escritor, es un hombre. Se trata de algo poco habitual, al menos en la denominada literatura romántica, erótica, de amor o de relaciones sentimentales. Pero es que “los hombres también nos emocionamos y apasionamos. Y además queremos emocionar. “Aunque el hombre tiende a exteriorizar muchísimo menos su emociones y sentimientos… es tan o más sensible que la mujer”, argumenta Ibáñez.
¿Distintas formas de amar?
“QUÉ NOS VA A PASAR” (Con canciones de amor)* presenta aire fresco, divierte y genera debate. Con un estilo directo, sencillo y sin artificios va dirigida a un público heterogéneo que busca una historia diferente, llena de amor y aventuras, pero también de reflexiones, influenciadas por la psicología, la sexología y las artes. Todo conlleva la propuesta de un nuevo romanticismo, lleno de optimismo, esperanza y felicidad. “Sin miedos, con ilusión, pero con prudencia”, dice Ibáñez. ¿Cuántos tipos de amor o formas de amar hay? ¿Es el amor generoso o interesado? ¿Somos individualistas en la pareja? ¿Cómo buscar pareja? ¿Cuál es el amor verdadero?
Algunos artistas cuyas canciones son citadas en el libro:
Enrique Bunbury, Marc Parrot, David Bowie, Vetusta Morla, Tontxu, Elvis Presley, Carlos Vives, Serge Gainsbourg y Anna Karina, Zaz, Switchfoot, Françoise Hardy, Mercedes Ferrer, Depeche Mode, La casa azul, Adriano Celentano, Gigliola Cinquetti, Mari Trini, Presuntos implicados, La casa azul, France Gall, Fangoria y Asier Etxeandia, José Alfredo Jiménez, La buena vida.
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*El título de la primera edición del libro era Con canciones de amor y sexo. Diario emocional y neorromántico, actualizado en 2019.
Nota de prensa: la primera novela romántica y casi erótica con banda sonora integrada. Con reflexiones sobre el amor