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La novela ha dado la oportunidad a las mujeres de hablar sin tapujos sobre sexo y fantasías.
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Los expertos distinguen el BDSM y la dominación de las relaciones insanas.
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«Resulta peligroso llegar a ver como normal una relación de sometimiento que al final termina llevando al amor verdadero»
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Preocupa especialmente que los adolescentes lleguen a confundir maltrato o dependencia con romanticismo.
El fenómeno que comenzaba hace ya casi cuatro años con la publicación de los libros de 50 Sombras de Grey, de E. L. James, volvió a vivir otro punto álgido con el estreno de la película, que vino acompañada de una enorme expectación y una gran campaña de marketing. La novela, que narra una relación aderezada con sexo explícito y elementos sadomasoquistas, ha roto tabúes, ha despertado pasiones y ha provocado opiniones para todos los gustos. No solo sobre temas relacionados con el sexo sino acerca de las mismas relaciones de pareja.
¿Christian Grey es el hombre perfecto con quien fantasear? Ella es una chica normal, joven y virginal. Él es guapo, millonario y dominador. Este perfil masculino parece resultar muy atractivo para las mujeres, a la vista del tremendo éxito de la franquicia. Pero además de aplausos y entusiasmo también se han desatado la polémica, al considerar que tanto las novelas como la película pueden promover una relación insana, incluso de maltrato, disfrazada de amor romántico.
Teniendo como excusa la novela, en Saber Más queremos ahondar en cómo es la relación de pareja entre los protagonistas, por qué es tan atrayente para miles de lectoras, las fantasías sexuales y otras formas de sexualidad no convencionales, conocer si se han visto afectadas las relaciones de pareja y cómo pueden los estereotipos influir a las futuras relaciones de los adolescentes. Para ello, entrevistamos a tres expertos en psicología, terapia de pareja, sexología y psiquiatría.
Antes de preguntar a los profesionales, resultan ilustrativas algunas opiniones publicadas sobre este tema. “Cincuenta sombras de Grey contiene muchos ingredientes atractivos para el lector femenino: un hombre rico, un héroe macho alfa, que lo controla todo y le permite a ella librarse de todas las responsabilidades y preocupaciones y le ofrece lo último en lujo. Pero, al mismo tiempo, él todavía necesita el amor de una mujer para curarse. Pues bien, para la mayoría de nosotras, esta combinación es irresistible, por mucho que una vaya de liberal por ahí”, declaró la exitosa escritora de romántica Eve Berlin en La Vanguardia.
“Nuestro análisis identificó patrones de la obra que reflejan de forma omnipresente la violencia en la pareja. El abuso emocional está presente en casi todas las interacciones”, explicó a elmundo.es la principal autora de un estudio que alerta sobre los efectos perniciosos de 50 sombras de Grey, Amy Bonomi, investigadora del departamento de Comportamiento Humano en la Universidad de Ohio.
¿Hay una paradoja manifiesta entre las ventas millonarias y lo que la mujer actual suele exteriorizar sobre su hombre o relación ideal? ¿Qué hay de realidad? ¿Hay un predisposición genética? ¿Al final se busca el dinero? ¿La sumisión? En definitiva, ¿Qué hay de sano e insano en el fenómeno?
Analizamos todas las claves con:
- Olga Córdoba. Psiquiatra y psicoterapeuta. Médico adjunto del Hospital Gregorio Marañón y co-autora del libro Ysinembargotequiero.
- Eladio Rosique. Psicólogo especialista en Psicología Clínica. Profesor de la Universidad Católica San Antonio de Murcia.
- Silvia Sanz. Psicóloga y sexóloga. Especialista en Psicología Clínica y Máster en Terapia Cognitivo-Conductual.
No se analiza y tampoco se hace una crítica del libro o la película 50 sombras de Grey, sino que se utiliza como pretexto para abordar diversos temas que, a la luz de la opinión de multitud de expertos, resultan de gran relevancia. Por eso consideramos que es necesario reflexionar sobre estas cosas…
¿Qué tiene este libro que ha hecho que se hable tanto de sexo? Incluso se habla de prácticas sexuales poco convencionales, como el sadomasoquismo, o de las fantasías sexuales femeninas…
Olga Córdoba: El libro ha sido un fenómeno social porque ha roto un mito: es un libro erótico escrito por una mujer y para mujeres. Con lo cual las mujeres se han dado el permiso de leerlo sin tapujos porque el marketing que se ha hecho les ha reforzado. Leer sobre sexo y fantasías sexuales, incluso ir al cine a ver la película, aunque parezca algo normal, no lo es, todavía sorprende en esta sociedad que la mujer tenga fantasías sexuales y se interese por el tema. Muchas mujeres, comentan en mi consulta que viven la sexualidad con vergüenza, ni siquiera se masturban ni conocen a fondo su propia sexualidad.
Eladio Rosique: En términos generales podemos hablar de que la trilogía de las 50 sombras de Grey ha supuesto una vuelta de tuerca a un tabú todavía existente con determinadas prácticas sexuales. Aunque en mi opinión, no han sido las prácticas sadomasoquistas en sí la que han interesado, sino el atreverse a abandonarse a una relación puramente sexual, exploratoria y con mucho morbo. Puede que una figura masculina con tanto conocimiento del placer femenino sí que sea estimulante.
Silvia Sanz: Quizá había un desconocimiento y un mal juicio de estas técnicas sexuales, y como estos libros han envuelto el BDSM en modo de novela romántica pues hace que tenga mayor interés para las personas. Y especialmente para las mujeres, pero realmente libros eróticos hay muchos y mejores.
Ella es una chica inocente que interpreta gestos que no son de amor como amor (S. Sanz)
Desde su punto de vista como experto, ¿Cómo es el tipo de relación que se define en la novela? ¿Por qué tanto revuelo?
O.C.: Es una relación asimétrica, de amo-esclavo, de sumisión de la mujer y dominación masculina hasta niveles humillantes.
Lo que el protagonista pretende es una relación de sometimiento de su víctima (de verdugo/esclavo), pero en el trasfondo psicológico, el protagonista es una persona muy vulnerable psicológicamente, muy dañada, con importantes traumas infantiles que le hacen protegerse de las emociones tras esa máscara de castigador. Seguramente a él en su más tierna infancia, sus figuras de referencia le agredieron, y tiene grabado a fuego en su corazón, que dar amor es sinónimo de dañar. Si las personas que se supone que más te quieren te agreden, aprendes que eso es amar.
El protagonista tiene un perfil de personalidad con rasgos narcisistas, perfeccionista, obsesivo, controlador, inteligente, exitoso profesionalmente, atractivo, pero midiendo al extremo sus muestras de afecto. Incluso le asusta “sentir” y cuando lo hace lo transforma en deseo de agredir automáticamente como canalización de un sentimiento que él vive como inaceptable. No se permite dejarse llevar por las emociones porque seguramente anida en él la falsa creencia de que amar es sinónimo de intenso sufrimiento.
En la posición de sádico-narcisista-poderoso, se siente “alguien poderoso”, porque aunque aparentemente es un hombre seguro de sí mismo, siente una profunda baja autoestima e inseguridad en los afectos temiendo que si se abandona y expresa lo que siente (sin bloqueos y sin transformarlo en fantasía sado/masoquista) será herido de muerte.
La chica, es una mujer con una personalidad normal, inteligente, resolutiva, independiente, sensible y con capacidad de amar y expresar sus sentimientos sin ningún problema. Se enamora del protagonista y desde la perspectiva del enamoramiento, intenta comprender y accede a explorar y participar de “la locura” de su enamorado. Ella percibe e intuye, que él tapa sus sentimientos con esas prácticas, pero siente que él es capaz de amar. Creo que ella persistirá en el intento “de salvarle” colocándose en el papel de salvadora porque le ama profundamente.
El problema es que él tendría que pedir ayuda profesional, asumir que tiene un grave problema y dejar de intentar tapar y compensar con estas prácticas que exceden ampliamente las fantasías sexuales, pasando a ser un modo de vida.
E.R.: En este punto es en el que debemos detener nuestra atención. Cuando hablamos de relaciones de maltrato tendemos a pensar en la agresión física, pero el maltrato más generalizado y silencioso es el de la anulación. La naturaleza femenina tiene un clara predisposición que es la de amar renunciando a su propio bienestar. Esto, que en principio pude ser algo loable, puede abocarle a relaciones de dominación en cualquier ámbito, en el de pareja pero también en su faceta como madre, hija o empleada laboral. Es un ejemplo de cómo una fortaleza puede tornarse en debilidad. Si a esto le sumamos la tendencia competitiva y, en ocasiones, anuladora del hombre puede crear relaciones de mucho sufrimiento. Por esta razón, resulta peligroso llegar a ver como normal una relación de sometimiento que al final termina llevando al amor verdadero. Una trampa de la que llevamos tiempo avisando los profesionales de la psicología y colectivos de lo más variados.
He de aclarar que cuando hablo de naturaleza femenina o masculina no hablo de comportamientos inevitables sino de predisposición. Bien es sabida la predisposición masculina a la agresividad, sin embargo, esto no convierte a todos los hombres en seres violentos.
S.S.: Es una relación de dependencia, es una relación donde uno da y no recibe. Donde el otro exige sin dar nada a cambio, hay un papel dominante y sometido, en este caso ella asume este papel, de chica inocente que interpreta gestos que no son de amor como tal y él es un hombre que le hace daño, pero a veces le da algo placentero . Adopta el papel de verdugo y salvador, eso es lo que engancha, genera dependencia emocional.
El libro ha abierto una ventana al tema fantasías sexuales, masturbación, erotismo femenino (O. Córdoba)
Algunos dicen que muchas parejas se han visto afectadas de distinta forma tras este fenómeno, que han mejorado la vida sexual o se han divorciado ¿Cuál es su opinión?
O.C.: Veo a muchas parejas en terapia y creo que no ha afectado, únicamente en positivo en el sentido de que se ha podido hablar de sexo y deseo sexual en las mujeres con mayor naturalidad. También ha abierto una ventana al tema fantasías sexuales, masturbación, erotismo femenino…
E.R.: Yo creo que sí tiene que haber afectado desde el momento que abre un debate. Hablar sobre el tipo de relación que se desea y hacerlo desde la perspectiva femenina me parece enriquecedor. Las mujeres han hablado más entre ellas y con sus parejas y eso siempre es bueno.
Si nos tomamos la trilogía al pie la letra (que serán los menos) puede entrarse en practicas sexuales que realmente no se desean porque no se accede a la excitación por el simple hecho de que te den una idea y te parezca buena.
S.S.: Yo creo que una novela no puede influir de un modo negativo en una pareja sana, todo lo contrario, puede traer cosas positivas a la relación como otro tipo de prácticas sexuales que no conocían. No he tenido en la consulta a nadie afectado por la novela pero sí parejas que han decidido probar cosas nuevas que aparecen en ésta.
Este fenómeno ha servido para constatar que puede hablarse mucho de maltrato y no sólo no identificarlo sino, incluso, entusiasmarse con él. (E. Rosique)
¿Qué cosas buenas pueden sacar las parejas tras la lectura de este libro? ¿Y qué cosas deberían evitar imitar para tener una relación sana?
O.C.: En positivo: las parejas pueden hablar de sus propias fantasías, de lo que les gustaría o no llevar a la práctica, incluso permitirse reconocer que con cierto grado de “agresión” pueden sentir placer. Pero por supuesto dentro de unos límites y desde el respeto absoluto de los gustos de cada uno, preferencias…y el límite lo marca la pareja y fuera de la relación sexual, los roles vuelven a su normalidad. Se puede jugar al amo y el esclavo, pero exclusivamente en la relación sexual, no puede trascender a la vida cotidiana.
Cosas a evitar para tener una relación sana: el no permitirse expresar sentimientos puede desencadenar muchos conflictos en la pareja. La posición narcisista del poder de uno de los cónyuges, impide tener una relación de compañeros (horizontal) y también perturbará la relación.
E.R.: Habría que imitar el “sexo trabajado”, con la dedicación suficiente y huyendo de rutinas básicas. El conocimiento profundo de la pareja, con los resortes tanto físicos como psicológicos que nos llevan a conseguir placer. Una relación sana debe responder a las expectativas de ambos y, aunque ambos estén de acuerdo en practicarla, hay que valorar el efecto que tendrá sobre el equilibrio de la pareja. ¿Podemos mantener relaciones sexuales de dominancia-sumisión y tener luego una relación en igualdad?
Se ha definido la novela como “porno para mamás” dejando entrever, de alguna manera, que las lectoras tipo son mujeres insatisfechas sexualmente y/o gracias a este libro han recuperado el interés en el sexo… ¿Realmente puede afectar a la pareja?
O.C.: Insisto en no creo que haya tenido tanta repercusión en las parejas, únicamente ha destapado una evidencia, que las mujeres también tienen deseo sexual y quieren hablar de sexo.
E.R.: Desde luego, esta trilogía ha resultado estimulante, no sé si por insatisfacción de la lectora o porque combina, morbo entendido como una sexualidad compleja, hombre experto y romanticismo. Sin embargo, considero que puede resultar perjudicial. Muchas mujeres se quedan con lo anecdótico sin profundizar en lo pernicioso del mensaje, a saber, “si te gusta un hombre conviértete en lo que él desee, anúlate y sométete. No hagas caso a las alarmas que te vayan saltando y persiste que, al final, él se enamorará de ti”. Como psicólogo con más de veinte años de experiencia clínica debo avisar de forma contundente del peligro que supone no darse cuenta de este mensaje.
En ocasiones la mujer que busca un hombre así intenta esconder su inseguridad. (S. Sanz)
¿Es cierto que las mujeres buscan un Christian Grey?
O.C.: Muchas mujeres sí. Indudablemente es un hombre súper atractivo, cuidador (a su manera) y dulce, aunque en otros momentos aparecen sus aristas y sus 50 sombras y es duro, frío y calculador. Esta dicotomía crea en muchas mujeres mucha ambivalencia y la idea de “ganarse” el cariño y la seducción de un hombre altivo, casi inalcanzable, poderoso y frío en apariencia, les provoca un enorme deseo de conquista, como un reto a alcanzar (ver si soy digna de ganarme su amor). Hay un perfil de mujer “entregada a la causa”, cuidadora, salvadora, que le atraen los retos y se entrega en cuerpo y alma, que indudablemente se embarcaría en esa relación.
E.R.: Las mujeres buscan el amor romántico pero esto no significa reducirse al modelo romántico clásico. Quizás la sexualidad femenina evoluciona hacia una liberación sexual real y que responda a sus intereses sin renunciar al establecimiento de relaciones profundas y duraderas. Estoy convencido que a la mayoría de las mujeres no les proporcionaría placer que se les infrinja dolor.
La fantasía es saludable siempre que no se dé la espalda a la realidad. (E. Rosique)
S.S.: Yo creo que muchas mujeres buscan a un hombre que las cuide, bueno, pero les cueste lograrlo. Una mezcla de la imagen que en esta novela se vende (hombre rico, poderoso y “maestro”) junto al morbo de lo prohibido, del hombre “canalla”. En ocasiones la mujer que busca un hombre así intenta esconder su inseguridad..
Erika Leonard James, autora de Cincuenta sombras de Grey comentaba en la presentación de su libro en España: “A las mujeres les gusta fantasear, ser transportadas, su zona erótica se encuentra en su cabeza. “Puede que a las mujeres les guste leer novelas de amor y fantasías sexuales, algo que les aleje del runrún de la vida diaria. Puede que se trate de una vía de escape”. Insiste en que no escribió esta novela para los hombres, sino para las mujeres, para sí misma y para su “propio placer”.
¿Es fácil, de verdad, diferenciar estas tres cosas: fantasía, aspiración y realidad?
O.C.: Cuando actúas bajo el filtro del enamoramiento y la pasión, estas tres cosas se mezclan y no se sabe muy bien dónde empieza una y dónde acaba otra. Bajo los influjos del enamoramiento, creemos que somos capaces de conseguir casi todo. Por eso como terapeuta de pareja, siempre aconsejo que no se tomen decisiones cruciales en esta fase de la relación, porque con frecuencia son equivocadas.
E.R.: La fantasía es saludable siempre que no se de la espalda a la realidad. Una referencia imaginada siempre nos marca un camino a seguir, aunque realmente no llegue a alcanzarse nunca. Sin embargo, la realidad debe ser nuestro punto de partida para, a través de una expectativa, acercarnos lo más posible a nuestra fantasía. Es la combinación realista de los tres elementos los que nos va a dar mejores resultados.
S.S: La fantasía es algo que te imaginas, que te seduce, pero no tienes por qué querer cumplirla. Por ejemplo, puedes fantasear con tener sexo en lugares públicos porque te seduce la idea que te puedan ver, pero eso no quiere decir que realmente quieras que suceda. Una aspiración es a lo que quieres llegar, lo que quieres conseguir, podría ser una mayor liberación sexual, tener la mente más abierta o probar otras cosas. Y la realidad es lo que estás haciendo. Es el punto del que partes y la aspiración lo que quieres conseguir finalmente, la fantasía nos acompaña en este trayecto, que puedes querer o no que se cumpla.
Hablando de fantasías sexuales y deseos de las personas en prácticas sexuales. ¿Cree que este libro ha despertado el interés de realizar algunas fantasías sexuales que hasta ahora no se habían probado en la pareja? Según las últimas encuestas, la fantasía de la dominación masculina es la más abundante entre las mujeres, ¿A qué puede deberse este hecho? ¿Todo vale en las fantasías?
O.C.: No es que hayan despertado, ya estaban, pero con la publicidad y marketing, se ha “dado permiso” socialmente para hablar y bromear acerca de ello. La fantasía de la dominación es un clásico, el porqué, daría para una larga disertación, pero seguramente y por simplificar, tiene que ver con el inconsciente colectivo en cuanto al tipo de relación sexual ancestral que tenían los humanos. Está involucrado el deseo de dominio del “macho” y la “seducción” a la hembra, la finalidad de la sexualidad…
E.R.: Es conveniente para la buena salud de una relación que exista una reinvención permanente de la sexualidad. Esto no consiste en asumir roles ajenos imitando los juegos de otras personas, sino que se vaya respondiendo a las necesidades físicas y emocionales de los miembros de la pareja. Por eso, pensar con libertad es bueno y hablar con libertad también lo es. En cuanto a lo que dicen las encuestas yo lo pongo sistemáticamente en duda hasta no conocer la calidad del estudio. Una encuesta no es un estudio estadístico riguroso.
S.S.: No, todo no vale. Deberíamos plantearnos antes de realizar cualquier práctica sexual si ponemos en riesgo o peligro nuestra integridad física o psicológica o la de otra persona, si es así no realizarla. Todo vale mientras no limite nuestra vida, no nos impida realizar otras prácticas sexuales, mantengamos el respeto por nosotros mismos y por el otro y sea de mutuo acuerdo. Es decir, vale mientras no haga daño a la otra persona ni a mí mismo de ningún modo, tanto físico como psicológico.
Sí hay una predisposición genética para buscar un hombre protector, pero no tiene por qué ser dominante (S. Sanz)
O.C.: Francamente no podemos generalizar, porque encontramos para todos los gustos. Pero es cierto que existe un porcentaje de mujeres y hombres, nada desdeñable, que todavía buscan el perfil clásico de macho alfa protector y dominante y mujer sumisa-cuidadora, madre de los hijos. Vuelvo a referirme a los modelos inconscientes ancestrales que tenemos de relación de pareja, en la que lo fundamental era elegir una hembra adecuada que garantizase una buena procreación y perpetuación de la especie.
Tampoco olvidemos que cuesta muchísimo desprendernos de los lastres de la cultura judeo-cristiana de la que procedemos, en la que nos han educado y han educado a nuestros antepasados en este concepto de mujer y hombre y estilo de relación.
Aunque hemos evolucionado mucho y realmente se han producido cambios sociales importantísimos, todavía falta que la cultura de la igualdad y el respeto por ambos sexos, impregne nuestro día a día hasta forjarse como nuestra forma de vida. Vivimos, nos guste o no, en una sociedad dominada por hombres y con constantes actos cotidianos de micromachismo que empapan la cultura de nuestros hijos, futuras generaciones. Lamentablemente queda mucho por conseguir, sin hacer sombra por supuesto al largo camino recorrido.
E.R.: Pues me encantaría dar respuesta contundente a esta pregunta pero tampoco a mí me queda muy claro. La verdad es que ciertos avances sociales son fáciles de enunciar pero más difíciles de asumir y puede que el hacer demasiado hincapié en las relaciones de maltrato físicas no nos haya hecho demasiado conscientes de que el verdadero maltrato está en la naturaleza anuladora de la relación.
Me resisto a pensar en las tendencias naturales como una tiranía, como si fuesen nuestra gran verdad. El ser humano dejó de ser hace millones de años un simple manojo de instintos para crear un entorno más justo socialmente entendido. Precisamente esto es lo que nos hace fuertes como especie, que creamos reglas de convivencia por encima de nuestros instintos.
S.S.: Yo creo que sí hay una predisposición genética para buscar un hombre protector que nos cuide aunque no tiene por qué ser dominante y a los hombres les gusta tener una mujer cuidadora, una madre, no en el sentido de tener hijos, sino de hogar. Esta disposición está tal vez influenciada además por la educación, los medios y los gustos de cada uno. En definitiva, sí que buscamos el respeto, la comprensión y la confianza, pero eso no está reñido con un hombre protector.
Con esta novela estamos enseñando a los menores que es normal que el hombre domine a la mujer porque eso significa que la quiere. (S. Sanz)
Cambiando un poco de tema, queremos centrarnos en los niños y adolescentes. Algunos expertos están preocupados por cómo puede afectar este tipo de relación que aparece en las novelas a los menores al pensar que pueden confundir una relación romántica y sana con una donde el hombre manipula o domina a la mujer. ¿Qué opina? Se han llegado a publicar estudios científicos u opiniones sobre este tema.
O.C.: Este aspecto es importante y preocupante a la vez. Sin afán de alarmar pero sí de informar, tenemos que decirles a los padres, que los niños y mucho más los adolescentes con los temas sexuales, están obviamente muy predispuestos a imitar. La lectura de un libro como éste sin el consiguiente comentario o charla informal con un adulto acerca de lo leído, que le ofrezca el punto de vista de la realidad, puede crearles una falsa imagen de lo que es normal o no en una relación de pareja.
El abuso de poder que ejerce el protagonista sobre la chica, no es ejemplo de dinámica de pareja para un adolescente que todavía no tiene criterios forjados claros. Además a las estadísticas publicadas por el Defensor del Menor me remito, que la violencia de género entre menores está en aumento. Además ahora con las nuevas tecnologías, pueden llegar al acoso con cierta facilidad (localización por GPS), mensajería instantánea, redes sociales…Con lo cual no es para nada adecuado que los adolescentes lean por su cuenta este tipo de temas. Lo que sí puede ser interesante (puesto que lo van a leer sí o sí, digamos los adultos lo que queramos), abrir un debate constructivo en los institutos y tratar abiertamente este tipo de relación.
E.R.: A mí me preocupa y muy seriamente. Si mujeres con un bagaje en la vida no han sabido ver el mensaje dañino del fondo de la trilogía, y que conste que hablo del estilo de relación y no tanto del tipo de relación sexual, ¿qué habrán entendido las adolescentes que hayan podido leer el libro o ver la película? Es más, ¿habrán interpretado el entusiasmo de sus madres como un beneplácito para descubrir un modelo de relación y una sexualidad más atractiva?
Para mí, este fenómeno ha servido para constatar que puede hablarse mucho de maltrato y no sólo no identificarlo sino, incluso, entusiasmarse con él. No es conveniente que nos quedemos con los eslóganes o los titulares y resulta necesario profundizar más en las realidades. Todos afirmaríamos que el maltrato no es bueno pero, ¿sabemos realmente en qué consiste? Yo creo que el fenómeno de Las 50 sombras de Grey demuestra que no, rotundamente.
S.S.: Yo creo que sí ha afectado muy negativamente. Igual que los adultos pueden ver hasta qué punto quieren que esta novela les influya porque son capaces de tomar decisiones racionales, los niños, adolescentes, son muy moldeables y aprenden no solo por la influencia de la familia, el colegio y los amigos, sino también de libros, películas, canciones… Les estamos bombardeando constantemente con ideas que les proporcionan muchos mitos, como es la búsqueda de la media naranja. Nuestros adolescentes perciben casi que “ no eres nadie si no tienes otra persona que te complemente”. De la misma forma sucede con los celos, he impartido charlas afectivo sexuales en colegios, he podido constatar que los adolescentes viven los celos como algo normal, como parte de la relación, es más, si no tienen celos, lo identifican como que no muestran interés por la pareja o que no se les quiere. Con esta novela y muchos otros mensajes les estamos enseñando que es normal que el hombre domine a la mujer porque eso significa que la quiere.
Samanta Solís Gómez – Juan A. Ibáñez
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Genial artículo, el cual me ha hecho reflexionar mucho acerca de esta obra. Ha sido muy polémica y algunos quedamos relegados a un segundo plano por este «Cristian Grey».
Es muy interesante escuchar la voz de los expertos, que son los que a fin de cuentas controlan más de todo esto.
Me ha encantado el texto Samanta, no conocía el blog pero voy a seguirlo ya que estos artículos son muy interesantes.
Un saludo.
Película bastante mala derivada de una novela más mala aún sostenida por un gran aparato publicitario engañoso, que nos presenta una mujer absolutamente machista y con una mentalidad de niña de 13 ó 14 años, completamente fuera de la realidad y que ha llevado a muchas mujeres ya más mayores a vivir quimericamente una aventura que compense su insatisfacción sexual.
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